lunes, 12 de septiembre de 2011

Prométeme que me querrás hasta cuando me odies

Puedes ser un cínico, puedes llegar a ser ridículo. Puedes ser romántico, o simplemente tú mismo. Puedes hacer que llore de felicidad, de tristeza, de rabia, o de risa. Puedes elevarme hasta el cielo. Puedes ser mi mejor amigo. Puedes ser un ejemplo a seguir. Puedes ser un héroe. Puedes ser un hombro en el que llorar. Puedes ser el primero. Puedes ser el último. Puedes ser un sueño, un pensamiento.
Seas lo que seas, serás tú.
Y eso es lo único que a mí me importa

Es eso y mucho más

De algo estoy segura, no se puede comparar con nada. La sensación es simplemente única. Se parece a tocar el cielo con una mano, no, muchísimo mejor. No es sólo tocarlo, es poder saltar sobre las nubes, sentir mariposas en la tripa, cerrar los ojos, disfrutarlo, sentirte única, querida. Tus dedos se enredan en su pelo, y mientras, sus manos se apoyan en tu espalda. Durante un momento, te abraza con más fuerza. Silencio, algún que otro suspiro. No hacen faltan palabras, sabes de sobra todo lo que te quiere, aunque nunca te lo haya dicho.
Y ese sabor que persiste en los labios, es la prueba de todo ello.

Vive cada momento como si fuera el último

Si robas, que sea un beso. Si lloras, que sea de alegría. Si pierdes, que sea el miedo y si ganas, que sea un verdadero amigo. Porque el valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con las que suceden. Esa es la razón de que existan momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables..